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El grupo de Ekstrand et al (2016) publicaron un informe en 2016 analizando la epidemiología de lesiones desde el campeonato de la UEFA EURO 2004 hasta la última disputada en 2016. En ella se recogían los principales hallazgos de lo que sucede con respecto a las lesiones durante la competición y el proceso de evolución que han seguido sus variables a lo largo de los años. Además, comparamos esos datos con las investigaciones de Noya et al (2014) durante una temporada regular en La Liga, para conocer las diferencias con respecto a un torneo más regular donde su competición no se dirime en partidos eliminatorios.
El informe titulado: “UEFA EURO 2016 Injury Study Report” y publicado en septiembre de 2016, subrayaba el cambio que se ha producido en la incidencia de lesiones, donde su incidencia es sustancialmente menor en 2016 con respecto a los torneos anteriores. Los datos de 2016 señalan que, durante el torneo, 46 jugadores sufrieron el montante total de las 49 lesiones que se produjeron durante el torneo y que el 80% ocurrieron durante el partido. Además, el número de lesiones difiere durante las diferentes fases del torneo, siendo menores durante la fase de preparación comparadas con la elevada tasa que se produce en la fase eliminatoria (que va desde dieciseisavos a la final) donde las lesiones son más severas y con mayores ausencias.
La Eurocopa también ha sufrido un cambio en relación con el tipo de lesión, el 55% de lesiones registradas durante 2016 fueron musculares, este porcentaje se ha visto incrementado desde el 23% que suponía en 2004 sin ser la lesión que más preocupara a los servicios médicos de las selecciones.
En la actualidad, la lesión muscular es claramente el mayor problema en la elite del futbol, siendo una lesión con múltiples factores que se pueden controlar como el estado del tejido o la ratio de carga de entrenamiento.
Jan Ekstrand 2016
Imagen 1: Estadísticas de la UEFA EURO
Por último, de este estudio, destacamos el aumento de lesiones sin contacto comparadas con las anteriores Eurocopas. Esto puede deberse a la evolución del arbitraje con grandes mejoras en los sistemas de control del juego y hace indicar que las lesiones sin contacto (la mayoría por sobreuso como la lesión muscular) se han visto incrementadas probablemente como un signo de fatiga de los jugadores, para ello las herramientas de monitorización como la termografía puede ser grandes aliados para el control de los procesos fisiológicos.
Por otro lado, Noya y colaboradores publicaron en 2014 un estudio donde analizaban las mismas consideraciones que en el anterior informe de la UEFA EURO (tipo de lesiones, ratio de incidencia y mecanismo de lesión) durante la temporada 2008/2009 de LaLiga.
Nuestro interés era conocer que variables destacaban en este informe para compararlas con el de la UEFA.
La investigación de Noya et al (2014) señalaba a la lesión muscular como la más prevalente entre el tipo de lesión que se produce durante una campaña regular, seguida de cerca por la lesión ligamentosa, un 17% y un 15% respectivamente. La mayoría de las lesiones se producían durante la competición, Noya et al (2014) no hacia una distinción de esta variable por eso tuvimos que irnos a la revisión sistemática de Pfirrmann et al (2016) para destacar a la competición con una ratio de 15,3 sobre los 4,9 del entrenamiento por cada 1000 horas de exposición.
Imagen 2: Estadísticas de La Liga
Por último, el mecanismo de lesión también señala a las acciones sin contacto como las más frecuentes para desencadenar una lesión siendo como vimos en los apartados anteriores más dependientes de factores modificables y por lo tanto más susceptibles al control y la reducción de su ocurrencia por medio de herramientas de monitorización.
Javier Noya 2014
A diferencia con los torneos internacionales de selecciones, las temporadas regulares van a tener más incidencia de lesión sobre articulaciones como el tobillo o la rodilla, con un 21,6% y un 13,6% de incidencia respectivamente, mientras que en el torneo internacional la incidencia baja al 12% en ambas articulaciones, siendo el muslo (primera) y el pubis (segunda) las áreas con mayor incidencia. Esto puede deberse a que la temporada regular es un torneo más largo y posibilita desencadenar lesiones producidas por la mezcla de la fatiga neuromuscular y la acumulación de eventos desencadenantes de lesión, donde los sistemas de estabilización corporales se van a ver afectados.
En segundo lugar, el mecanismo de lesión durante los torneos internacionales, como la Eurocopa o el Mundial, en la actualidad ya ofrecen datos similares a lo que ocurre durante una temporada regular. Sin embargo, si comparamos lo que ocurría en la Eurocopa 2008 (donde España fue campeona) o incluso en la investigaciones de Junge et al (2013) que analizaban los mundiales desde 1998 a 2012 el mecanismo de lesión principal eran acciones por contacto. Esto puede deberse a la evolución del arbitraje, pero también a la fatiga neuromuscular a la que imponemos a los jugadores. Ya que, en la actualidad un jugador de selección puede llegar a competir en 50-80 partidos oficiales al año, lo que supone más de un partido a la semana. Eso también va en línea con el aumento de las lesiones musculares en todas las investigaciones.
Por último, la ratio de lesión durante la temporada regular aumenta para las sesiones de entrenamiento en comparación con los torneos internacionales. Esto se puede deber a la dificultad de gestionar la fatiga producida por los partidos durante el periodo congestionado de competición o al estrés producido por la competición internacional que aumenta las acciones desencadenantes de lesión durante los encuentros al llevar un nivel de activación mayor.
Imagen 3: Comparativa entre ambas competiciones
Como conclusión, en la actualidad ambas competiciones tienen una tendencia similar a producir el mismo tipo de lesión en la misma región y por el mismo mecanismo eso se podría deber a que ya ambas competiciones comparten similitudes en las formas de organizar el calendario, como puede ser un calendario congestionado de partidos, donde el control de los procesos de fatiga sobre las zonas musculares más sensibles de padecer una lesión, como son los grupos musculares del cuádriceps y de los isquiosurales, podrían a ayudar a cambiar esa tendencia.
Ekstrand, J. (2016). UEFA EURO 2016 Injury Study Report - [Archivo PDF] UEFA.com