Durante este proceso, la madre sufre cambios anatómicos y fisiológicos significativos para nutrir y acomodar al feto en desarrollo. Estos cambios comienzan después de la concepción y afectan a todos los sistemas de órganos del cuerpo (Soma-Pillay, P., Nelson-Piercy, C., Tolppanen, H., & amp; Mebazaa, A., 2016). Además, la termografía también se ha utilizado para evaluar y monitorear este proceso natural en diferentes animales (Andrew et al. 2020).
El embarazo provoca cambios en la fisiología del cuerpo de la mujer que pueden resultar en una alteración de la capacidad termorreguladora, similar a los cambios observados en diferentes momentos del ciclo menstrual. Por ejemplo, el aumento de los niveles de progesterona puede aumentar el flujo sanguíneo de la piel, dando como resultado una mayor pérdida de calor y una elevación compensatoria de la tasa metabólica basal (TMB) (Artal, R., & amp; Wiswell, R., 1986). Esto se debe a las variaciones en la temperatura de la piel que resultan de los cambios en la perfusión tisular y el flujo sanguíneo (Bower et al. 2009; Winsor T., 1971).
La termografía no requiere un contacto directo para medir y no es invasiva, es por eso que podría usarse en humanos para:
En resumen, la termografía podría ser una buena herramienta complementaria para utilizar en la evaluación de diferentes factores durante el embarazo, con el objetivo de mejorar la salud de la madre y monitorizar todo el proceso.
REFERENCIAS
Andrews, C. J., Thomas, D. G., Welch, M. V., Yapura, J., & Potter, M. A. (2020). Monitoring ovarian function and detecting pregnancy in felids: a review. Theriogenology.
Araujo, C. M., de Sousa Dantas, D., de Santana, D. R. S., Brioschi, M. L., Ferreira, C. W. S., & Maia, J. N. (2021). Thermography evaluation of low back pain in pregnant women: Cross-sectional study. Journal of Bodywork and Movement Therapies.
Artal, R., & Wiswell, R. (1986). Exercise in pregnancy. Williams and Wilkins, Baltimore.
Bowers, S., Gandy, S., Anderson, B., Ryan, P., & Willard, S. (2009). Assessment of pregnancy in the late-gestation mare using digital infrared thermography. Theriogenology, 72(3), 372-377.
Childs, C., Siraj, M. R., Fair, F. J., Selvan, A. N., Soltani, H., Wilmott, J., & Farrell, T. (2016). Thermal territories of the abdomen after cesarean section birth: infrared thermography and analysis. Journal of wound care, 25(9), 499-512.
Millar, K. G. (1966). Placental localization by thermography. British medical journal, 1(5503), 1571.
Sillero-Quintana, M., Conde-Pascual, E., Gomez-Carmona, P. M., Fernandez-Cuevas, I., & García-Pastor, T. (2012). Effect of yoga and swimming on body temperature of pregnant women. Thermology International, 22(3), 108.
Soma-Pillay, P., Nelson-Piercy, C., Tolppanen, H., & Mebazaa, A. (2016). Physiological changes in pregnancy: review articles. Cardiovascular journal of Africa, 27(2), 89-94.
Topalidou, A., Markarian, G., & Downe, S. (2020). Thermal imaging of the fetus: An empirical feasibility study. PloS one, 15(7), e0226755.
Winsor T., (1971). Vascular aspects of thermography. J Cardiovasc Surg; (12), 379–88.
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