La ropa interior en las tomas de datos de termografía
Como puede parecer obvio, la ropa interior es un impedimento para la termografía, ya que una cámara termográfica mide exclusivamente la temperatura superficial de los objetos y, en el caso de los humanos, de la superficie de la piel. Por lo que, si queremos hacer tomas de datos de calidad, necesitamos entender la importancia de colocar de manera correcta la ropa interior.
La termografía solo permite la medición de la temperatura de la superficie de los objetos, que en humanos significa de la temperatura de la piel. Sin embargo, si colocamos una pieza de ropa entre la lente y la piel, la cámara termográfica nos devolverá la temperatura superficial de la tela, que no nos interesa y entonces caeríamos en uno de los siete errores más comunes en las tomas de datos de termografía. Por eso, si necesitamos exponer la piel para poder medir su temperatura, lo ideal sería realizar las tomas de datos en desnudez completa.
Pero, ¿cómo exponer la mayor cantidad de piel posible sin entrar en el conflicto de la intimidad de la persona? Para resolver esta compleja cuestión, proponemos algunas soluciones intermedias, que permiten analizar la mayor cantidad de regiones interesantes tanto en prevención como en seguimiento de lesiones sin exponer zonas íntimas.
Ropa interior en protocolo de piernas
En la figura 1a, podemos observar a un sujeto en ropa interior. Se aprecia una diferencia importante en la colocación del calzón por lo que se presupone que el análisis termográfico será incorrecto. La figura 1b, nos muestra claramente que la segmentación es asimétrica, por culpa del calzón. Por último, en la figura 1c, verificamos una asimetría térmica, cuyo origen no se encuentra en la fisiología de la persona, sino en la comparación incorrecta de regiones de interés.
Para ejemplificar el protocolo ideal de piernas, podemos ver en la figura 1d al mismo atleta con la ropa interior bien colocada y recogida. Las figuras 1e y 1f no hacen más que confirmar que la colocación correcta de la ropa interior permite un análisis y posterior interpretación más correctas.
Sujetadores que cubren las mamas en mujeres
En el caso de la medición de la región del torso en mujeres, el respeto a la intimidad llega a su máximo apogeo. Si queremos analizar la región mamaria necesitamos obligatoriamente exponer la piel de las mamas, lo que implica que la paciente deberá estar sin sujetador durante la sesión.
En la figura 2 podemos ver la segmentación termográfica del torso de una mujer con sujetador. La interpretación de la temperatura de las regiones del pecho de esta paciente es nula, ya que no obtenemos información sobre la piel de la paciente, sino sobre la de la prenda.
Por ello, si queremos analizar la región de las mamas con buena calidad, además de no incluir el sujetador, se recomienda utilizar el protocolo específico. En las figuras 3a, 3b y 3c, podemos observar el termograma, la segmentación y el avatar de una paciente sin sujetador, que expone la piel de los senos, por lo que tanto la segmentación como el avatar son fieles a la realidad.
Patología ‘invisible’ con un protocolo incorrecto
Hay determinadas lesiones que si no respetan este principio de exposición no podrán ser valoradas en termografía. Como veíamos en la sección anterior, si nuestro objetivo es la valoración en cáncer de mama necesitaremos que la paciente esté sin sujetador. De la misma manera, una lesión muscular o miotendinosa en el recto femoral, muy común en el fútbol, no será visible si no se expone esa zona de la piel.
En ese sentido, una de las mejoras en el software de ThermoHuman en el 2021, fue la integración de esta región en la segmentación del protocolo inferior. En la figura 4, podemos ver a un atleta con una lesión muscular en el recto femoral (muslo izquierdo) y con dos segmentaciones diferentes (4b y 4e). La segmentación que incluye esta región más proximal del muslo (4e) nos aporta una información mucho más relevante sobre la localización, severidad y naturaleza de la lesión. Esto se corrobora cuando comparamos los resultados en los avatares (4c vs. 4f).
Cuando ropa interior cubre la región glútea y cuando no
Por último, la zona posterior de las piernas, que incluye la región glútea, experimenta la misma problemática. Si está cubierta por la ropa interior no se podrán extraer conclusiones basadas en la temperatura. Por ello, se recomienda remangarla o enrollarla para exponer así la piel de los glúteos. En la figura 5, se aprecia un individuo con la ropa interior mal colocada (a-c) y el mismo individuo respetando el protocolo termográfico (e-f). Actualmente, los nuevos algoritmos del software de ThermoHuman permiten discriminar si el sujeto está exponiendo los glúteos o los tiene cubiertos por ropa, como podemos ver en la figura 5.
Además, la segmentación de la región glútea también ha evolucionado significativamente con las últimas mejoras en los algoritmos de software de ThermoHuman. Anteriormente, ante el problema de que la tela de la ropa interior solía cubrir los glúteos, se optó por ignorar toda la región. Actualmente, contamos con algoritmos mucho más robustos que consiguen discriminar si existe ropa interior o no y en el caso de que no la haya se extrae la información térmica para añadirla al análisis y posterior interpretación de los datos, como veíamos en el caso de la figura 5.
Conclusión
En la gran mayoría de la regiones del cuerpo, cuando exponemos la piel no existe ningún conflicto ético. Sin embargo, sí lo existe cuando analizamos determinadas regiones íntimas, como la región inguinal o los senos en la mujer. Por ello debemos encontrar un equilibrio entre el respeto a la intimidad de la persona y la calidad en la toma de datos en termografía. Desde ThermoHuman, optamos por una alternativa intermedia que respeta a la persona y extrae una óptima calidad de la información térmica, mejorando el software para que sea capaz de adaptarse a diferentes situaciones y morfologías..
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