La posición ideal del sujeto en una toma de datos de termografía es relativamente sencilla, ya que solo necesita cumplir con 3 requisitos, como muestra la figura 1:
Figura 1. Posición ideal del sujeto durante la toma de datos de termografía en el protocolo anterior inferior. Termograma (a), termograma segmentado (b) y avatar (c).
Este tipo de errores se encuentran habitualmente cuando el sujeto adopta una posición anatómica, natural o cómoda, al pedirle que se ponga de pie para realizar la toma de datos. La mayoría de personas colocan sus pies con unos 15° de apertura. Sin embargo, el protocolo termográfico insiste en ubicar los pies completamente paralelos. De esta manera, nos aseguramos que el protocolo es estandarizado y permite la comparación entre diferentes personas y en la misma persona en diferentes momentos. Si cada vez que se hace una toma de datos el sujeto se colocase de manera diferente no se podrían comparar datos, por ello es tan importante protocolizar esta posición. En la figura 2, se aprecian tres de las posiciones incorrectas más habituales:
Figura 2. Ejemplos de diferentes errores en la posición del sujeto en la toma de datos de termografía. Rotación externa excesiva (a), posición asimétrica de pies (b), rotación interna excesiva (c).
Por definición, la región inguinal tiene que quedar siempre visible, lo que significa que los muslos en la región de los aductores no pueden estar en contacto. En la mayoría de casos esto no es ningún problema, sin embargo, en personas con obesidad o con mucha hipertrofia de cuádriceps y aductores, para evitar este contacto será necesario pedir una mayor abducción al sujeto. Además, como veíamos antes, la excesiva rotación, tanto interna como externa, de caderas puede ocasionar un contacto prematuro de esta región.
En la figura 3 podemos ver ejemplos en los que la posición del sujeto no respeta la regla de no contacto entre muslos. En la imagen 3a, vemos un sujeto con los muslos en contacto lo que ocasiona una segmentación relativamente incorrecta (ver altura de las rodillas). En la imagen 3b, se aprecia un contacto completo de todo el miembro inferior, dando origen a una imagen improcesable.
Figura 3. Ejemplos de contacto en el miembro inferior: contacto de muslos (a) y contacto de todo el miembro inferior (b).
Al estar haciendo una toma de datos del protocolo inferior todos los elementos del protocolo superior deben quedar fuera de la imagen, incluidas las manos. Es relativamente frecuente que en este protocolo las manos cuelguen a lo largo del cuerpo de manera natural, lo que puede producir que cubran alguna región de los muslos. Es importante evitarlo si queremos obtener la información térmica del miembro inferior. En la figura 4, vemos cómo la segmentación es incorrecta al incluir las manos dentro de las regiones de interés del muslo. Como es obvio esto produce un análisis térmico incorrecto, como demuestra el avatar.
Figura 4. Error en el que las manos aparecen en la imagen inferior, produciendo una segmentación incorrecta (a) y, por tanto, unos datos térmicos incorrectos (b).
Como ya veíamos en otros artículos de esta serie, el protocolo termográfico asegura una toma de datos de calidad. Respetarlo nos permite que la información térmica obtenida tras el análisis y su posterior interpretación estén basadas en datos fiables. O lo que es lo mismo, cometer alguno de estos errores en la posición del sujeto produce forzosamente que la calidad de las imágenes térmicas disminuya lo que reduce de manera considerable la potencia de valoración de la termografía.
No dudes en contactarnos, estamos encantados de atenderte.