
La posición del sujeto en el protocolo termográfico, ¿qué no hacer?
¿Cuál es la posición ideal que debe adoptar un sujeto durante una toma de datos de termografía? En el artículo de hoy veremos los errores que se cometen más habitualmente al realizar imágenes térmicas. Siguiendo con la serie de los errores frecuentes en las tomas de datos de termografía, hoy veremos cómo realizar un protocolo de piernas de diez y, sobre todo, qué puntos hay que respetar.
Posición ideal
La posición ideal del sujeto en una toma de datos de termografía es relativamente sencilla, ya que solo necesita cumplir con 3 requisitos, como muestra la figura 1:
- Pies paralelos: para conseguir esta posición deberemos partir de una rotación intermedia en las caderas. Es muy frecuente que el sujeto adopte una posición en rotación externa, lo que produce que los pies pierdan la línea paralela. Además, en una posición de rotación externa de caderas es más probable que los muslos estén en contacto, lo que impediría cumplir con el punto 2.
- Muslos sin contacto: es otro de los puntos conflictivos en este protocolo, ya que es muy común que los muslos entren en contacto y, por tanto, que la región inguinal no se muestre. Es habitual encontrarlo asociado al requisito número 1.
- Manos a la nuca: al realizar el protocolo de piernas las manos cuelgan a la altura de los muslos de manera natural, sin embargo, no deberían tapar ninguna región de interés en el muslo. Por ello, es aconsejable levantar las manos para que no aparezcan a esta altura y colocarlas en la cabeza o la nuca para no alterar la temperatura de la piel del tronco.

Problemas de rotación de cadera
Este tipo de errores se encuentran habitualmente cuando el sujeto adopta una posición anatómica, natural o cómoda, al pedirle que se ponga de pie para realizar la toma de datos. La mayoría de personas colocan sus pies con unos 15° de apertura. Sin embargo, el protocolo termográfico insiste en ubicar los pies completamente paralelos. De esta manera, nos aseguramos que el protocolo es estandarizado y permite la comparación entre diferentes personas y en la misma persona en diferentes momentos. Si cada vez que se hace una toma de datos el sujeto se colocase de manera diferente no se podrían comparar datos, por ello es tan importante protocolizar esta posición. En la figura 2, se aprecian tres de las posiciones incorrectas más habituales:

Muslos que se tocan
Por definición, la región inguinal tiene que quedar siempre visible, lo que significa que los muslos en la región de los aductores no pueden estar en contacto. En la mayoría de casos esto no es ningún problema, sin embargo, en personas con obesidad o con mucha hipertrofia de cuádriceps y aductores, para evitar este contacto será necesario pedir una mayor abducción al sujeto. Además, como veíamos antes, la excesiva rotación, tanto interna como externa, de caderas puede ocasionar un contacto prematuro de esta región.
En la figura 3 podemos ver ejemplos en los que la posición del sujeto no respeta la regla de no contacto entre muslos. En la imagen 3a, vemos un sujeto con los muslos en contacto lo que ocasiona una segmentación relativamente incorrecta (ver altura de las rodillas). En la imagen 3b, se aprecia un contacto completo de todo el miembro inferior, dando origen a una imagen improcesable.

Manos que aparecen en la imagen
Al estar haciendo una toma de datos del protocolo inferior todos los elementos del protocolo superior deben quedar fuera de la imagen, incluidas las manos. Es relativamente frecuente que en este protocolo las manos cuelguen a lo largo del cuerpo de manera natural, lo que puede producir que cubran alguna región de los muslos. Es importante evitarlo si queremos obtener la información térmica del miembro inferior. En la figura 4, vemos cómo la segmentación es incorrecta al incluir las manos dentro de las regiones de interés del muslo. Como es obvio esto produce un análisis térmico incorrecto, como demuestra el avatar.

Conclusión
Como ya veíamos en otros artículos de esta serie, el protocolo termográfico asegura una toma de datos de calidad. Respetarlo nos permite que la información térmica obtenida tras el análisis y su posterior interpretación estén basadas en datos fiables. O lo que es lo mismo, cometer alguno de estos errores en la posición del sujeto produce forzosamente que la calidad de las imágenes térmicas disminuya lo que reduce de manera considerable la potencia de valoración de la termografía.
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