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La relación del índice de masa corporal (IMC) con la temperatura de la piel

Victor Escamilla

12/15/2022

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12/15/2022
La relación del índice de masa corporal (IMC) con la temperatura de la piel
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Recientemente, el grupo de investigación de João Carlos Bouzas ha publicado un artículo (Reis et al. 2023) sobre cómo los diferentes índices de masa corporal (IMC) afectan a la temperatura de la piel (Tsk).

La temperatura corporal se ve afectada por múltiples factores de influencia. Fernandez-Cuevas et al. (2015) realizó una descripción en profundidad de aquellos factores del individuo, tanto intrínsecos como extrínsecos, que pueden afectar a la temperatura de la piel. Entre ellos, destacan el porcentaje de grasa y el IMC, como uno de los principales factores que puede diferenciar la temperatura entre individuos sanos.

La descripción de los patrones térmicos en adultos sanos en la literatura científica ha intentado encontrar anomalías para discriminar aquellos valores normativos de los poco comunes. Por norma general, el cuerpo tiende a un equilibrio térmico (homeostasis térmica) como así lo muestran las investigaciones de Uematsu et al. (1988) and Vardasca et al. (2012) o los propios resultados con los usuarios de la base de datos de ThermoHuman (Escamilla-Galindo et al. 2022). Por ello, la metodología de las asimetrías es la más robusta y fiable para evaluar con termografía al ser humano.

Como se veía en la descripción de los factores de influencia, aspectos como el género, la edad o incluso el IMC van a influir sobre la temperatura de la piel. De hecho, los patrones térmicos normales difieren entre hombres y mujeres, por cuestiones hormonales durante el periodo de la menstruación o biológicas como las zonas de acumulación de grasa (Marins et al. 2014).

Por otro lado, la función de la grasa en el organismo es la de aislar y proteger del ambiente, como se puede comprobar con los trabajos sobre esta temática (Chudecka et al. 2014; Chudecka et al. 2016; Neves et al. 2017; Salamunes et al. 2017), donde la conducción de la temperatura hacia el exterior y la posterior radiación tienen un menor impacto en las persona con mayor porcentaje de grasa, lo cual afecta directamente en el IMC.

La metodología del estudio sobre la relación del IMC y la Tsk.

El artículo de Reis et al. (2022) divide una muestra de 100 adolescentes sanos en tres tipos de perfil de peso: bajo peso (n=33), peso normal (n=34) y sobrepeso (n=33), según la clasificación de la OMS (Organización Mundial de la Salud) para el IMC. El objetivo fue conocer los valores normativos obtenidos a través de la termografía infrarroja.

Las imágenes fueron tomadas con una cámara térmica infrarroja FLIR T420 y analizadas con el software de ThermoHuman, que proporciona valores objetivos de la temperatura de la piel de forma automática en 48 regiones de la parte superior del cuerpo y 36 regiones

de los miembros inferiores. En el estudio se agruparon las regiones de los brazos, la del tronco y la de las piernas.

Resultados de la relación del IMC y la Tsk.

Los resultados muestran una diferencia significativa entre los tres grupos para la temperatura de la piel de todas las regiones analizadas, siendo los sujetos con bajo peso aquellos con mayores temperaturas de la piel y los adolescentes con sobrepeso los que menor temperatura tuvieron (figura 1):

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Figura 1. Valores de Tsk observados en las regiones de interés (ROI) consideradas según los grupos de IMC: bajo peso (n=33), normopeso (n=34) y sobrepeso/obesidad (n=33). Extraído de Reis et al. (2022).

Además, se observó una correlación inversa entre los valores de temperatura y el IMC de los sujetos. La más significativa se da con énfasis en la parte anterior y posterior del tronco respectivamente (r= -0.68; r= -0.64; p<0.05). En la figura 2, se pueden observar los patrones térmicos de los individuos más representativos de cada grupo.

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Figura 2. Termogramas de cuatro participantes representativos del estudio (n=100). Nota: “A” = bajo peso (IMC: 16,8 kg/m²). “B” = normopeso (IMC: 21,40 kg/m²), “C” = sobrepeso (IMC: 25,6 kg/m²) y “D” = obesidad (IMC: 31,1 kg/m²). Extraído de Reis et al. (2022).

Conclusiones

Los autores establecen unos percentiles de temperatura (P5, P25, P50, P75 y P95) para cada grupo de población. Esto pone de manifiesto que existe un contínuo con un extremo de individuos hiporradiantes y otro de hiperradiantes, estando bajo la misma condición de IMC.

Como sugerencia a los autores, cabe destacar que el IMC es un valor controvertido en la literatura científica por su riesgo de sesgo a la hora de clasificar a sujetos con una condición física con gran masa muscular (Pribis et al. 2010). Esto podría llevar a incurrir en un error en la interpretación de los datos, en mayor medida en la aplicación de los perfiles hipo e hiperradiantes.

Por último, comprender los factores de influencia de la temperatura de la piel obtenidos por termografía es crucial para la evaluación e interpretación de los termogramas. Esta información puede ayudar en el apoyo al diagnóstico de diversos cambios en el patrón de normalidad del individuo.

Puedes descargarte el artículo de manera gratuita hasta el 11 de Febrero de 2023 en este link.

Referencias

Chudecka M, Lubkowska A, Kempińska-Podhorodecka A. Body surface temperature distribution in relation to body composition in obese women. J Therm Biol. 2014 Jul;43:1-6.

Chudecka M, Lubkowska A. Thermal Imaging of Body Surface Temperature Distribution in Women with Anorexia Nervosa. Eur Eat Disord Rev. 2016 Jan;24(1):57-61.

Escamilla-Galindo VL, Del Estal-Martínez A, Fernández-Cuevas I. (2022). Description of the thermal pattern of 950 athletes using thermography to measure skin temperature. 27th Annual Congress of the European College of Sport Sciences ECSS.

Fernández-Cuevas, I., Marins, J. C. B., Lastras, J. A., Carmona, P. M. G., Cano, S. P., García-Concepción, M. Á., & Sillero-Quintana, M. (2015). Classification of factors influencing the use of infrared thermography in humans: A review. Infrared Physics & Technology, 71, 28-55.

Marins JCB, Fernandes AA, Cano SP, Moreira DG, da Silva FS, Costa CMA, Fernandez-Cuevas I, Sillero-Quintana M. (2014). Thermal body patterns for healthy Brazilian adults (male and female). Journal of Thermal Biology. 42; 1–8.

Neves EB, Salamunes ACC, de Oliveira RM, Stadnik AMW. Effect of body fat and gender on body temperature distribution. J Therm Biol. 2017 Dec;70(Pt B):1-8.

Pribis P, Burtnack CA, McKenzie SO, Thayer J. Trends in body fat, body mass index and physical fitness among male and female college students. Nutrients. 2010 Oct;2(10):1075-85

Teixeira Reis, H. H., Brito, C. J., Sillero-Quintana, M., Gomes da Silva, A., Fernández-Cuevas, I., Santos Cerqueira, M., . . . Bouzas Marins, J. C. (2023). Can the Body Mass Index influence the skin temperature of adolescents assessed by infrared thermography? Journal of Thermal Biology, 111, 103424. doi:https://doi.org/10.1016/j.jtherbio.2022.103424.

Salamunes ACC, Stadnik AMW, Neves EB. The effect of body fat percentage and body fat distribution on skin surface temperature with infrared thermography. J Therm Biol. 2017 May;66:1-9.

Vardasca, R., Ring, E. F. J., Plassmann, P., & Jones, C. D. (2012). Thermal symmetry of the upper and lower extremities in healthy subjects. Thermology international, 22(2), 53-60.

Uematsu, S., Edwin, D. H., Jankel, W. R., Kozikowski, J., & Trattner, M. (1988). Quantification of thermal asymmetry: part 1: normal values and reproducibility. Journal of neurosurgery, 69(4), 552-555.

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