La publicación de Majano C. et al. (2023) con un modelo de estudio transversal ha querido analizar cómo las asimetrías previas en los principales grupos musculares podrían afectar al rendimiento de los jugadores de fútbol en una de las habilidades más determinantes, la capacidad para repetir sprints (considerados como las acciones de alta intensidad más importantes en el aspecto físico (Faude O. et al 2012)).
Para ello realizaron una evaluación de termografía con una cámara FLIR T420 (resolución de 240 x 320 pixeles) a 20 jugadores profesionales de fútbol de la segunda división española (de 28.9 ± 3.9 años de edad; 178.7 ± 9 cm de altura y 74.8 ± 6.4 kg de peso) antes de realizar los test de campo, cumpliendo con los estándares del protocolo TISEM (Moreira et al. 2019). Las imágenes fueron analizadas con el software de ThermoHuman que segmenta de forma automática las regiones de interés, en este caso de los miembros inferiores, y que ha sido validado científicamente para ese propósito (Requena-Bueno et al. 2020)
Los test que realizaron después de la evaluación con termografía y el calentamiento fueron, tres saltos con contramovimiento (CMJ), un test de sprints repetidos (RSA) que constaba de 6 series de 30 metros de sprints con 20 segundos de recuperación entre series (6 x 30m/ 20”) y de nuevo tres saltos CMJ (Figura 1).
Figura 1. Diseño del estudio extraído de Majano C. et al. 2023.
Las asimetrías térmicas son una de las principales métricas que aporta el software de ThermoHuman. Basan su cálculo en la diferencia de temperatura media de la región derecha con respecto a la región izquierda o viceversa, para mostrar qué región tiene una diferencia hipertérmica. Está métrica participa en el cálculo del índice de riesgo térmico (TRI, por sus siglas en inglés) que nos informa, en un vistazo intuitivo del software, de aquellos jugadores que están más desequilibrados (Figura 2).
Figura 2. Módulo de asimetrías ordenado por TRI, el número y el color encima de la foto indica el porcentaje de asimetrías y su gravedad.
Los jugadores fueron divididos en dos grupos: grupo de baja asimetría térmica (cuando la región presentaba menos de 0,2ºC) y el grupo de alta asimetría térmica (cuando la región presentaba más de 0,2ºC). Los autores seleccionaron este punto de corte debido a la alta supervisión de los jugadores (Además, en otros estudios que evalúan jugadores de fútbol profesionales, el perfil normal de sus regiones no supera ese umbral por lo que podría estar muy justificada su selección Maior, A. S. et al 2017).
En el análisis estadístico se encontraron diferencias significativas entre los grupos cuando se seleccionaron los mejores tiempos para completar el test de RSA en la región del isquiosural. Los jugadores con menores asimetrías en la región isquiosural fueron los que completaron en menos tiempo los cuatro primeros sprints que aquellos jugadores con más asimetrías en la región isquiosural (Figura 3).
Figura 3. Las regiones del muslo anterior, el muslo posterior y los gemelos fueron analizados para el tiempo hasta completar los RSA; el porcentaje de diferencia entre el primero y el último (%Diff = [((sprint time − first sprint time)/first sprint time) × 100]); y el porcentaje en relación al mejor tiempo de sprint (%Best = [((sprint time − best time)/best time) × 100]. La significancia entre grupos se marca con el * para (p < 0,05). Extraído de Majano C et al. 2023
Además, para el salto CMJ después del test de RSA, los jugadores con mayores asimetrías en el complejo isquiosural sufrieron mayor pérdida de altura del salto de forma significativa que aquellos con menos asimetría. El grupo de alta asimetría paso de una altura de 37.79 ± 3.95 cm a 32.78 ± 3.59 cm (p < 0,05). Mientras que el grupo de baja asimetría paso de una altura de 40.80 ± 3.62 cm a 37.23 ± 3.78 cm después del RSA.
El hecho de que el grupo de baja asimetría en la región isquiosural tuviera el mejor sprint y una menor diferencia en el segundo sprint supone un mejor rendimiento comparado con el grupo de altas asimetrías. Esto puede deberse a la alta demanda de ese grupo muscular en las acciones de sprint (Howard, R. M. et al 2018). El sprint por encima de la gran mayoría de los ejercicios de fortalecimiento del isquiosural es la actividad que más solicita a este grupo muscular, siendo además una de las acciones de mecanismo de lesión de esta musculatura (Prince C. et al 2021). Por lo que este tipo de estímulos suponen a la vez “veneno” y “vacuna” para el isquiosural y han de ser programados cuando se encuentren en las mejores condiciones de adaptación.
Para ello, parece ser interesante evaluar con termografía por la relación de las asimetrías térmicas en esa región con la capacidad de rendir y tolerar la fatiga (debido al descenso significativo en la altura del salto para el grupo de alta asimetría después del RSA que está vinculado con una mayor fatiga neuromuscular (Claudino, J.G. et al 2017)).
Los autores señalan las limitaciones del estudio al tratarse de un modelo transversal de una única toma, el punto de corte en en otra medida podría favorecer relaciones más fuertes o el pequeño tamaño muestral.
Un desequilibrio térmico parece estar relacionado con una peor predisposición a generar esfuerzos de alta intensidad y a una aparición precoz de la fatiga en la musculatura ejercitada, aunque estas conclusiones tienen que tomarse con cautela.
La musculatura isquiosural es el foco de la comunidad científica por su alta incidencia de lesión. Esta incidencia ha ido incrementando, en un 24% anual según el último estudio, a pesar de los esfuerzos en su prevención (Ekstrand et al. 2022), siendo casi la lesión con mayor incidencia y con una severidad media (Bahr R. et al. 2018). Lo que sin duda coloca a este grupo muscular como el más estratégico a la hora de evaluar (Figura 4).
Figura 4. Matriz de lesiones según su incidencia (lesiones/1000 horas de exposición) y su severidad (días de baja por lesión). Extraido de Bahr R. et al. 2018.
Por todo ello, el estudio de Majano et al. (2023) supone una pieza clave para aplicar la termografía al control de la carga interna de entrenamiento y la prevención de lesiones, con el objetivo de optimizar la selección de las tareas de entrenamiento para condicionar a la musculatura isquiosural en el momento más adecuado.
Majano, C., García-Unanue, J., Hernandez-Martin, A., Sánchez-Sánchez, J., Gallardo, L., & Felipe, J. L. (2023). Relationship between Repeated Sprint Ability, Countermovement Jump and Thermography in Elite Football Players. Sensors, 23(2), 631.
Faude, O., Koch, T., & Meyer, T. (2012). Straight sprinting is the most frequent action in goal situations in professional football. Journal of sports sciences, 30(7), 625-631.
Moreira, D. G., Costello, J. T., Brito, C. J., Adamczyk, J. G., Ammer, K., Bach, A. J., ... & Sillero-Quintana, M. (2017). Thermographic imaging in sports and exercise medicine: A Delphi study and consensus statement on the measurement of human skin temperature. Journal of Thermal Biology, 69, 155-162.
Requena-Bueno, L., Priego-Quesada, J. I., Jimenez-Perez, I., Gil-Calvo, M., & Pérez-Soriano, P. (2020). Validation of ThermoHuman automatic thermographic software for assessing foot temperature before and after running. Journal of Thermal Biology, 92, 102639.
Maior, A. S., Leporace, G., Tannure, M., & Marocolo, M. (2017). Profile of infrared thermography in elite soccer players. Motriz: Revista de Educação Física, 23.
Howard, R. M., Conway, R., & Harrison, A. J. (2018). Muscle activity in sprinting: a review. Sports Biomechanics, 17(1), 1-17.
Prince, C., Morin, J. B., Mendiguchia, J., Lahti, J., Guex, K., Edouard, P., & Samozino, P. (2021). Sprint specificity of isolated hamstring-strengthening exercises in terms of muscle activity and force production. Frontiers in sports and active living, 2, 211.
Claudino, J. G., Cronin, J., Mezêncio, B., McMaster, D. T., McGuigan, M., Tricoli, V., ... & Serrão, J. C. (2017). The countermovement jump to monitor neuromuscular status: A meta-analysis. Journal of science and medicine in sport, 20(4), 397-402.
Ekstrand, J., Bengtsson, H., Waldén, M., Davison, M., Khan, K. M., & Hägglund, M. (2022). Hamstring injury rates have increased during recent seasons and now constitute 24% of all injuries in men’s professional football: the UEFA Elite Club Injury Study from 2001/02 to 2021/22. British Journal of Sports Medicine.
Bahr, R., Clarsen, B., & Ekstrand, J. (2018). Why we should focus on the burden of injuries and illnesses, not just their incidence. British Journal of Sports Medicine, 52(16), 1018-1021.