Salud
Artículos científicos

Síndrome de dolor regional complejo: el uso de la termografía para evaluar el tratamiento.

Victor Escamilla

5/24/2023

social media images
Hero Image
resource image
Salud
Artículos científicos
5/24/2023
Síndrome de dolor regional complejo: el uso de la termografía para evaluar el tratamiento.
social media images

El síndrome de dolor regional complejo (SDRC) es una patología que se caracteriza por un dolor crónico de aparición espontánea o provocada después de haber sufrido algún traumatismo o lesión previa y que afecta al sistema sensoriomotor, vasomotor o sudomotor.

El síndrome de dolor regional complejo generalmente se desencadena después de fracturas, esguinces o cirugías y afecta con mayor frecuencia a las extremidades (Marinus et al 2011). Debido a esto, las personas en las fábricas sufren casi el doble de SDRC que las personas en otras ocupaciones, posiblemente debido a la actividad física asociada con el trabajo (Allen G et al.. 1999). La incidencia del SDRC está estimada entre 5,46 y 26,2 por 100.000 personas.

La alteración del sistema nervioso simpático parece ser el principal implicado en el SDRC (Bruehl, S. et al. 2010) y algunos síntomas que presentan los pacientes en el miembro afectado, como edema y cambios en la textura de la piel o sudoración, parecen ser compatibles con una disfunción del sistema nervioso autónomo (Birklen, F et al 2017). Por ello, lograr la supresión del dolor mediante estrategias anestésicas, como el bloqueo nervioso simpático, son un procedimiento ampliamente realizado en el tratamiento del SDRC, ya que pueden reducir algunos de los síntomas y aliviar el dolor (Day, M et al. 2008).

Por ejemplo, el bloqueo simpático lumbar (LSB) que se realiza mediante una inyección local de un fármaco anestésico (como la bupivacaína, la lidocaína o la ropivacaína) alrededor de los ganglios simpáticos lumbares entre los niveles vertebrales lumbares L2 y L4 de la extremidad afectada [23,24].

Debido a todos estos factores, la termografía se ha postulado como una herramienta útil para valorar la eficacia del tratamiento y la evolución de su prognosis.

Es por ello que Cañada-Soriano, M. et al. (2021) en un estudio preliminar realizado y más adelante en la tesis publicada de la misma temática en (2022) se preguntaban cuáles serían los efectos y la respuesta térmica después de un bloqueo simpático lumbar.

Análisis preliminar de los pacientes con Síndrome de dolor regional complejo (SDRC).

Cuando se realiza el LSB, la inervación se interrumpe y se producen cambios en el flujo sanguíneo en las partes distales de las extremidades, como los pies (Qian, S. et al . 2019). Por esta razón, la monitorización de la temperatura de la piel se utiliza como indicador del éxito del bloqueo simpático (Borchers, A.T et al 2017).

Para que el LSB se considere exitoso, se tienen que producir cambios en la temperatura ipsilateral del miembro de hasta ≥2ºC de diferencia entre ambos momentos. Antiguamente, la práctica clínica común para evaluar la temperatura implicaba la palpación manual del pie. Sin embargo, los cambios de temperatura suelen ser demasiado pequeños para evaluar la temperatura en varias partes del pie (Gatt, A et al 2015). Además, existen varios inconvenientes para usar los métodos convencionales por lo que la termografía parece ser la mejor herramienta para este propósito.

Hasta el estudio de Cañada-Soriano et al. (2021) no había un precedente en la literatura de la utilidad de la termografía para evaluar su utilidad. Por lo que estos autores, quisieron analizar los datos de temperatura de la piel del pie plantar adquiridos durante la realización de bloqueos simpáticos lumbares en pacientes con SDRC

Resultados del estudio en pacientes con síndrome de dolor regional complejo.

Se realizaron 44 bloqueos simpáticos lumbares (LBS) para el tratamiento del SDRC en 13 pacientes (7 hombres - 6 mujeres) con una edad de 41 ± 7 años. Para cada paciente, se programaron tres citas con el especialista para realizar 3 bloqueos simpáticos lumbares, aproximadamente con 2 semanas de diferencia entre cada pinchazo. (Figura 1)

text

Figura 1. Tratamiento mediante un bloqueo lumbar simpático.

Una vez posicionada la aguja se esperaba la respuesta térmica de la planta del pie, si en los primeros 4 minutos se producía se consideraba exitoso. Mientras que, si no se producía ningún cambio se extraía la aguja y se volvía a reposicionar considerándose fallido.

El dispositivo que se usó para evaluar la temperatura de la piel fue una cámara térmica FLIR E60 (FLIR Systems, Inc.Wilsonville, OR) con una resolución infrarroja de píxeles de 320 × 240. Además, se analizaron 11 regiones del pie para valorar la evolución de la temperatura. (Figura 2)

text

Figura 2. Selección de regiones de interés para analizar el cambio después del bloqueo.

Los resultados mostraron que a partir del tercer minuto en adelante el flujo sanguíneo del pie aumentaba en los casos donde la maniobra había sido exitosa, aumentando consecuentemente la temperatura de las regiones del pie. Estos cambios tenían dos tipos de respuestas dependiendo de la variabilidad del individuo.

Por un lado, algunos individuos aumentaban solo de temperatura en la región ipsilateral donde habían recibido el pinchazo. Por otro lado, algunos participantes aumentaban de temperatura de forma bilateral lo que también era sinónimo de éxito en el tratamiento.

Por último, como se explicaba en la metodología si tras 4 minutos de la colocación de la aguja no existía respuesta entonces el tratamiento se daba como fallido y se volvía a reposicionar la aguja. (Figura 3.)

text

Figura 3. Resultados principales del estudio con pacientes de SDRC

Conclusiones del estudio preliminar y los resultados de la subsiguiente tesis doctoral

El uso de la termografía infrarroja en tiempo real permitió al personal médico determinar si las inyecciones de LSB realizadas fueron exitosas. Solo el 32% de los casos no registraron variaciones de temperatura después de la inyección de lidocaína, lo que obligó a reubicar la posición de la aguja. Para los casos exitosos, después de la inyección de lidocaína, se observaron aumentos en la temperatura de la piel del pie a partir de los 420 s para la media de la temperatura de la región.

Estos resultados derivaron en la tesis doctoral de Cañada-Soriano et al (2022) donde evaluó cuál de las regiones era la más responsiva, observando que la región del talón, y sobretodo la asimetría media y máxima en esa región, son las que más contribuyen a detectar la eficacia del tratamiento.

Referencias

Cañada-Soriano M, Priego-Quesada JI, Bovaira M, García-Vitoria C, Salvador Palmer R, Cibrián Ortiz de Anda R, Moratal D. Quantitative Analysis of Real-Time Infrared Thermography for the Assessment of Lumbar Sympathetic Blocks: A Preliminary Study. Sensors (Basel). 2021 May 21;21(11):3573. doi: 10.3390/s21113573.

Cañada-Soriano, M. (2022). Infrared Thermography for the Assessment of Lumbar Sympathetic Blocks in Patients with Complex Regional Pain Syndrome [Tesis doctoral]. Universitat Politècnica de València. https://doi.org/10.4995/Thesis/10251/181699

Marinus, J.; Moseley, G.L.; Birklein, F.; Baron, R.; Maihöfner, C.; Kingery, W.S.; van Hilten, J.J. Clinical features and pathophysiology of complex regional pain syndrome. Lancet Neurol. 2011, 10, 637–648. [CrossRef]

Allen, G.; Galer, B.S.; Schwartz, L. Epidemiology of complex regional pain syndrome: A retrospective chart review of 134 patients. Pain 1999, 80, 539–544.

Bruehl, S. An update on the pathophysiology of complex regional pain syndrome. Anesthesiology 2010, 113, 713–725.

Birklen, F.; Dimova, V. Complex regional pain syndrome up-to-date. Pain Rep. 2017, 624, 1–8. [CrossRef]

Day, M. Sympathetic Blocks: The Evidence. Pain Pract. 2008, 8, 98–109. [CrossRef]

Qian, S.; Sengupta, V.; Urbiztondo, N.; Haider, N. Lumbar Sympathetic Block. In Deer’s Treatment of Pain: An Illustrated Guide for Practitioners; Deer, T.R., Pope, J.E., Lamer, T.J., Provenzano, D., Eds.; Springer International Publishing: Cham, Switerland, 2019;

pp. 467–475, ISBN 978-3-030-12281-2.

Medel Rebollo, J.; Ribera Canudas, M.V.; Mesas Idáñez, A.; Márquez Martínez, E.; Martínez Ripol, P.; Candela Custardoy, A.;Paños Gozalo, M.; Gili Grahit, S. Técnicas mínimamente invasivas en el tratamiento del dolor crónico. Semin. Fund. Española

Reumatol. 2013, 14, 135–141. [CrossRef]

Borchers, A.T.; Gershwin, M.E. The clinical relevance of complex regional pain syndrome type I: The Emperor’s New Clothes.Autoimmun. Rev. 2017, 16, 22–33. [CrossRef]

Gatt, A.; Formosa, C.; Cassar, K.; Camilleri, K.P.; De Raffaele, C.; Mizzi, A.; Azzopardi, C.; Mizzi, S.; Falzon, O.; Cristina, S.; et al. Thermographic Patterns of the Upper and Lower Limbs: Baseline Data. Int. J. Vasc. Med. 2015, 2015, 831369. [CrossRef] [PubMed]