La fatiga es necesaria para las adaptaciones post-ejercicio, pero una fatiga excesiva debido a una recuperación o estrategias de recuperación insuficientes puede llevar a un rendimiento deficiente y aumentar el riesgo de lesiones y enfermedades. Los profesionales muchas veces se preguntan sobre cuál es la mejor recuperación para restaurar la homeostasis fisiológica y psicológica. Algunas como el sueño, la nutrición y la hidratación son indiscutibles, pero otras terapias y aplicaciones como la crioterapia, la sauna o contrastes generan dudas sobre su momento idóneo de aplicación.
Este debate ha aumentado su interés por las recientes publicaciones (como esta de Robin Thorpe) en la que se subraya lo importante que es identificar el tipo de fatiga (por que puede haber dos: una más estructural y otra más interna) para poder individualizar la estrategia de recuperación mejor adaptada.
Gracias a la termografía podemos medir la carga interna y los procesos fisiológicos relacionados con la fatiga en los atletas. Como ya comentamos en otro artículo de nuestro Blog, la temperatura de la piel puede estar relacionada con el tipo de fatiga y cómo se pueden utilizar medios térmicos para acelerar la recuperación.
Por ello, identificar cuál ha sido la respuesta térmica después de la competición en base a un perfil térmico individualizado permite elegir las mejores estrategias para la recuperación. A grandes rasgos podemos encontraros con tres tendencias en el perfil térmico de los atletas:
Para ello, el software ThermoHuman ofrece una métrica llamada TSI (Índice del estatus térmico, por sus siglas en inglés) que analiza el coeficiente de variación global de cada atleta a lo largo del tiempo, para así poder evaluar las tendencias significativas globales después de competir o de altas cargas de entrenamiento.
Veamos esto con un ejemplo práctico (figura 1) con un equipo profesional, donde encontramos atletas con diferentes perfiles térmicos post-competición, algunos con una tendencia caliente, otros con una perfil más frío y otros neutros.
Figura 1. Respuestas térmicas diferentes de atletas: ejemplo de un equipo.
¿Deberían todos realizar la misma estrategia de recuperación? ¿o sería mejor separarlos en grupos en función de su perfil térmico? Con el software de ThermoHuman esto es posible gracias al seguimiento y la individualización de los perfiles térmicos. Una métrica que podemos utilizar para identificarlo es a través del coeficiente de variación, el cual considera la tendencia térmica independiente de la región bilateral a lo largo del tiempo, utilizando la temperatura promedio histórica y la desviación estándar (aquí puedes consultar con detalles las métricas).
Como hemos expuesto en entradas anteriores, gracias a una valoración termográfica objetiva podemos mejorar la recuperación seleccionando diferentes estrategias. Os mostramos un marco práctico para mejorar la recuperación según Thorpe (2021):
Este esquema se alinea con la idea de que una tendencia hipotérmica puede estar relacionada con la fatiga metabólica, mientras que una tendencia hipertérmica se vincula más al daño estructural. Por lo tanto, sugerimos que la termografía infrarroja podría ser útil para identificar el tipo de fatiga y adaptar la estrategia de recuperación post-ejercicio de manera individualizada. Desde ThermoHuman, os ofrecemos un esquema práctico en función de la respuesta térmica:
Kellmann M, Bertollo M, Bosquet L, Brink M, Coutts AJ, Duffield R, Erlacher D, Halson SL, Hecksteden A, Heidari J, Kallus KW, Meeusen R, Mujika I, Robazza C, Skorski S, Venter R,
Beckmann J. Recovery and Performance in Sport: Consensus Statement. Int J Sports Physiol Perform. 2018 Feb 1;13(2):240-245.
Thorpe, R. T., Atkinson, G., Drust, B., and Gregson, W. (2017). Monitoring fatigue status in elite team sport athletes: implications for practice. Int. J. Sports Physiol. Perform. 12, 1–25. doi: 10.1123/ijspp.2016-0434
Thorpe RT (2021) Post-exercise Recovery: Cooling and Heating, a Periodized Approach. Front. Sports Act. Living 3:707503. doi: 10.3389/fspor.2021.707503