El rugby es un deporte intermitente y de alta intensidad con una gran demanda de fuerza y resistencia y que a menudo conlleva un elevado riesgo de lesiones por las cargas y colisiones que se producen, entre otros factores. En este artículo, describimos un estudio de caso sobre el seguimiento de una lesión de edema óseo sufrido por un jugador de la selección alemana de rugby. A través de dos evaluaciones termográficas y un video proporcionado por el jugador, examinaremos los detalles de la lesión, su evolución y cómo la termografía puede aportar datos objetivos sobre la vuelta a la competición..
La lesión en cuestión ocurrió durante un lineout en un partido el 14 de enero de 2018, después de realizar el salto aterrizó sobre su talón derecho de manera inadecuada. Las pruebas médicas posteriores revelaron detalles sobre el alcance de la lesión: una lesión de ligamentos en su tobillo derecho y una contusión ósea en la cara externa de su calcáneo. Tras la lesión se realizaron dos evaluaciones termográficas:
El video donde se produce la lesión de Jarrod, aunque grabado desde una pantalla, es una herramienta esencial para documentar la lesión y su progreso. El talón externo derecho, donde se centró el impacto, mostró una elevación significativa en la primera evaluación con la termografía (0,93ºC). Sin embargo, en apenas dos semanas, esta inflamación se redujo drásticamente hasta bajar a valores prácticamente simétricos (-0,02ºC)
Como hemos visto en trabajos como el de Castonguay y Dover (2023) o el de Haluzan y colaboradores (2015), el tejido óseo reacciona de una manera muy significativa cuando se daña, especialmente en casos de fractura ósea.
Representación de la evolución de fracturas óseas descrita por Castonguay y Dover (2023). Adaptado por ThermoHuman
Este estudio de caso muestra, sin embargo, una diferencia relevante: aunque se ven valores similares a los de asimetría hipertérmica en una fractura ósea apenas una semana después de haberse producido la lesión (0,93ºC), el hematoma óseo muestra una recuperación de valores simétricos en menos tiempo (apenas 3 semanas después de la lesión). En cambio, en fracturas es normal mantener hipertermias por encima de 1ºC incluso 5 semanas después de la fractura (tal y como mostramos en este otro estudio de caso de una fractura de estrés en un futbolista).
Es un ejemplo más del valor que puede aportar la termografia y el software ThermoHuman en el seguimiento de una lesión desde el punto de vista fisiológico y funcional.
El caso de Jarrod Saul es un ejemplo valioso de la importancia de un seguimiento preciso y detallado de una lesión de contusión ósea en un jugador de rugby. Podemos concluir lo siguiente:
Castonguay, T., & Dover, G. (2023). Infrared Thermography-A Novel Tool for Monitoring Fracture Healing: A Critically Appraised Topic With Evidence-Based Recommendations for Clinical Practice. Journal of sport rehabilitation, 32(7), 834–839. https://doi.org/10.1123/jsr.2022-0390
Haluzan, D., Davila, S., Antabak, A., Dobric, I., Stipic, J., Augustin, G., Ehrenfreund, T., & Prlic, I. (2015). Thermal changes during healing of distal radius fractures-Preliminary findings. Injury, 46 Suppl 6, S103–S106. https://doi.org/10.1016/j.injury.2015.10.046