Las lesiones de isquiotibiales son comunes entre los atletas, especialmente en deportes que implican carreras de velocidad y cambios bruscos de dirección, como el fútbol. La evaluación y el monitoreo adecuados de estas lesiones son cruciales para una rehabilitación efectiva y un regreso seguro a la competición. Este informe de caso presenta un enfoque integral utilizando diversas tecnologías, incluyendo termografía, tensiomiografía, salto con contramovimiento (CMJ), niveles de cortisol y seguimiento GPS, para apoyar la rehabilitación de un futbolista profesional tras una lesión del bíceps femoral.
Un futbolista profesional de 25 años (183 cm de altura, 76 kg) de la Championship inglesa sufrió una lesión BAMIC grado 2c en la cabeza larga del músculo bíceps femoral derecho, involucrando el tendón intramuscular medial de su pierna derecha, diagnosticada mediante resonancia magnética y monitorizada con ecografía. Tras la lesión, se adoptó un enfoque de monitoreo multidimensional para evaluar el progreso del jugador durante la rehabilitación.
Monitoreo GPS: Los datos de GPS se registraron diariamente durante el entrenamiento usando el sistema Statsport Apex Team Series.
Termografía Infrarroja: Se realizaron evaluaciones al menos una vez por semana en la mañana temprano antes de iniciar el tratamiento o la sesión de entrenamiento, utilizando una FLIR T540-EST y analizando los resultados con el software ThermoHuman.
Salto con Contramovimiento (CMJ): Se realizaron al menos una vez por semana utilizando equipos de VALD.
Tensiomiografía (TMG) y Niveles de Cortisol: Se evaluaron en un solo día durante la rehabilitación, comparándose con los datos basales del jugador.
Termografía: La termografía reveló una disminución en la asimetría de la temperatura de la piel en la zona del isquiotibial después de la lesión (-0.4ºC), con valores que volvieron a la normalidad (-0.03ºC) justo antes del regreso del jugador a la competición en el día 26.
CMJ: Las mediciones de CMJ mostraron mejoras en la potencia máxima y la altura del salto (de 4083 a 4179W y de 42.7 a 45.9 cm respectivamente), indicando un progreso en la rehabilitación.
Tensiomiografía: Los valores de TMG se volvieron más simétricos en el día 26.
Cortisol: Los niveles de cortisol aumentaron (de 1860 antes de la lesión a 2690 en el día 26), sugiriendo un posible estrés fisiológico asociado con el inminente regreso a la competición.
GPS: Los datos de GPS proporcionaron información valiosa sobre la carga externa colocada sobre el jugador durante la rehabilitación. Se observaron aumentos progresivos en la distancia total, velocidad máxima, número de aceleraciones y desaceleraciones, y distancia de carrera a alta velocidad, reflejando el regreso gradual a la intensidad total de entrenamiento.
La integración de la termografía con CMJ, TMG, análisis de cortisol y seguimiento GPS ofrece un enfoque integral para el monitoreo de la rehabilitación de lesiones de isquiotibiales en atletas profesionales. La termografía, TMG y CMJ proporcionan evaluaciones objetivas y no invasivas de los cambios fisiológicos y biomecánicos, mientras que los datos de GPS ofrecen información sobre la gestión de la carga externa. El análisis de cortisol, aunque informativo, puede requerir recursos más especializados y su interpretación puede verse influenciada por factores adicionales al proceso de rehabilitación.
En general, el GPS, la termografía y la TMG emergen como las tecnologías más prácticas para apoyar las decisiones de regreso a la competición debido a su facilidad de uso y alta relevancia para el progreso de la rehabilitación. El CMJ, aunque ligeramente más invasivo, también proporciona valiosos insights biomecánicos. El análisis de cortisol, aunque útil, puede no ser tan directamente aplicable al proceso de rehabilitación.
Referencias: