El regreso después de una lesión siempre es un momento delicado debido a la cantidad de factores que influyen en la recuperación. Por ello, tener la mayor cantidad de criterios y datos objetivos sobre el estado del deportista va a beneficiar a una vuelta segura a la competición.

La termografía es una herramienta rápida y no invasiva que permite la medición de la temperatura corporal de las regiones corporales. Ese dato de temperatura, permite objetivar las diferencias entre regiones y realizar un seguimiento de la evolución orientado tanto para la prevención como para el seguimiento de lesiones.

La diferencia entre las extremidades ha demostrado ser una métrica muy robusta y fiable a la hora de emplear diferentes metodologías de análisis con termografía.

En ThermoHuman gracias al análisis de nuestra base de datos hemos confeccionado la gráfica de evolución de las asimetrías de diferentes regiones que se ven afectadas por las principales lesiones deportivas, como la lesión del ligamento cruzado anterior (LCA).

Eso nos ha permitido obtener la gráfica de evolución para la vuelta a la competición de una forma más segura obteniendo criterios de progresión en base a la termografía.

La gráfica de evolución de la lesión de LCA hasta su recuperación.

Gracias al seguimiento de más de 100 casos de lesionados de LCA hemos confeccionado una gráfica de evolución donde monitorizamos el estado de inflamación de la rodilla en todo el proceso. Medimos la asimetría entre las regiones de la rodilla para situar al individuo evaluado en una gráfica comparado con los datos de normalidad de los casos de la base de datos.

Es decir, conocemos cómo se tiene que comportar la rodilla en los primeros 365 días de lesión y comparamos los datos que obtenemos de la evaluación con los datos de la BBDD de ThermoHuman.

En este caso presentamos un judoka profesional que se lesionó de su rodilla derecha durante un entrenamiento de preparación para los juegos olímpicos. El judo por su componente rotacional bajo carga tiene un gran impacto sobre las rodillas siendo la lesión de LCA una de las más severas.

El judoka siguió una progresión de trabajo en el centro de alto rendimiento alemán, al mismo tiempo que se realizaban evaluación termográficas durante 184 días con el objetivo de:

1. Monitorizar el estado de inflamación de la rodilla en todo el proceso.

2. Detectar desequilibrios en otras estructuras a consecuencia de la lesión (lo que comúnmente se conoce como "sobrecarga funcional por compensación"). Tan importante como la rodilla es valorar el tono del cuádriceps o isquio que tienen que darle estabilidad.

3. Individualizar el proceso para controlar las anomalías asociadas. (cómo una inhibición artrogénica o la osteoartritis de rodilla).

Cómo se puede ver en la figura el proceso de evolución es largo y lleva asociados muchos cambios a nivel neuromuscular, el control de la temperatura será un indicador más de calidad en la progresión de la recuperación de LCA.

Figura 1. Gráfica de evolución de las asimetrías en una recuperación de LCA.

Referencias

Cano, S. (2016). Use of infrared thermography as a tool to monitor skin temperature along the recovery process of an anterior cruciate ligament surgery. https://doi.org/10.20868/upm.thesis.41041

Colné, P., & Thoumie, P. (2006). Muscular compensation and lesion of the anterior cruciate ligament: Contribution of the soleus muscle during recovery from a forward fall. Clinical Biomechanics (Bristol, Avon), 21(8), 849-859. https://doi.org/10.1016/j.clinbiomech.2006.04.002

Kuenze, C. M., Hertel, J., Weltman, A., Diduch, D., Saliba, S. A., & Hart, J. M. (2015). Persistent neuromuscular and corticomotor quadriceps asymmetry after anterior cruciate ligament reconstruction. Journal of Athletic Training, 50(3), 303-312. https://doi.org/10.4085/1062-6050-49.5.06