¿Cómo afecta la posición del cuerpo a la temperatura de la piel y la circulación sanguínea?

En este artículo mostramos cómo la postura corporal influye en la temperatura de la piel, la frecuencia cardíaca y la presión arterial. Un estudio revela datos clave para la salud, el deporte y la rehabilitación.

La termografía infrarroja (IRT) es una herramienta no invasiva utilizada en la medicina deportiva y la fisiología humana para medir la temperatura de la piel (Tsk). Su aplicación permite identificar asimetrías térmicas, evaluar la respuesta del sistema nervioso autónomo y monitorear la recuperación. Sin embargo, la mayoría de los estudios que emplean termografía infrarroja han asumido que la postura corporal no influye en la distribución térmica, siendo comúnmente realizada en posición de pie.

¿Pero qué ocurre cuando estamos sentados o acostados?

El sistema termorregulador humano ajusta la la temperatura de la piel en función de la redistribución del flujo sanguíneo, regulado por la actividad simpática y parasimpática. Sabemos que la posición del cuerpo influye en la frecuencia cardíaca (HR) y la presión arterial, pero su impacto en la temperatura de la piel ha sido poco estudiado.

¿Cómo influye la postura en la temperatura de la piel?

El estudio realizado por Pereira Franco et al. (2024), publicado en el Journal of Thermal Biology, investigó cómo la postura del cuerpo (de pie, sentado y en decúbito supino) afecta la temperatura de la piel, la frecuencia cardíaca y la presión arterial en hombres físicamente activos.

Los resultados del estudio demuestran que la postura modifica significativamente la temperatura de la piel, particularmente en las extremidades superiores, lo que tiene importantes implicaciones para el uso de la termografía en estudios fisiológicos, deportivos y clínicos.

Objetivo del estudio

El estudio tuvo como finalidad analizar cómo la postura afecta tres variables fisiológicas clave:

• Temperatura de la piel (Tsk).
• Frecuencia cardíaca (HR).
• Presión arterial (sistólica y diastólica).

Se planteó la hipótesis de que:

• La temperatura de la pie variará significativamente entre las posiciones de pie, sentado y supino.
• El flujo sanguíneo influirá en la redistribución térmica del cuerpo.
• La frecuencia cardíaca y la presión arterial también se modificarán según la postura.

Metodología

El estudio se realizó con 29 hombres físicamente activos (edad: 23.52 ± 0.34 años), quienes pasaron 10 minutos en cada una de las tres posiciones:

1. De pie (sin apoyo).
2. Sentado (sin apoyar la espalda).
3. Supino (tumbado boca arriba con las palmas hacia arriba).

Durante cada postura, se midieron:

• Temperatura de la piel (Tsk), en 8 regiones del cuerpo:
  • Trapezio
  • Hombro
  • Pecho
  • Bíceps
  • Costal
  • Codo
  • Abdomen
  • Antebrazo
• Frecuencia cardíaca (HR)
• Presión arterial (sistólica y diastólica)

Instrumentación y control de variables

• Se utilizó una cámara termográfica FLIR T530.
• La frecuencia cardíaca y la presión arterial se midieron con un tensiómetro digital de alta precisión.
• Se controló la respiración con un temporizador que marcaba 10 respiraciones por minuto.
• Se realizó un análisis de covarianza (ANCOVA) para evaluar la relación entre la frecuencia cardíaca y la temperatura de la piel.

Principales Resultados

Variaciones de Temperatura de la Piel

Se encontraron cambios significativos en la temperatura de la piel según la postura adoptada:

• Las mayores variaciones se observaron en las extremidades superiores:
  • Hombro: 0.74 – 1.31%
  • Bíceps: -0.36 – 1.33%
  • Codo: 0.46 – 1.20%
  • Antebrazo: 0.58 – 1.41%
• Las diferencias fueron más pronunciadas entre la posición de pie y supino, lo que sugiere que la redistribución del flujo sanguíneo influye en la regulación térmica de la piel.

Frecuencia Cardíaca

• En posición de pie: Aumento de 3.78 bpm.
• En posición sentada: Aumento de 4.89 bpm.
• En posición supina: Disminución de 2.89 bpm..

Estos cambios estuvieron correlacionados con la temperatura en el pecho (ES = 0.71), bíceps (ES = 0.56) y abdomen (ES = 0.91).

Presión Arterial

• No se observaron cambios significativos en la presión arterial entre posturas.

Fiabilidad de las Mediciones

Las regiones más confiables fueron:

• Pecho (ICC = 0.91)
• Costal (ICC = 0.91)
• Abdomen (ICC = 0.89)

Conclusiones del Estudio

El estudio de Pereira Franco et al. (2024) demuestra que la postura corporal influye significativamente en la temperatura de la piel, la frecuencia cardíaca y, en menor medida, la presión arterial. Los autores señalaron los siguientes hallazgos clave:

• La postura modifica la distribución térmica de la piel, con mayores variaciones en las extremidades superiores.
• La frecuencia cardíaca influye en la temperatura de la piel, especialmente en el pecho, bíceps y abdomen.
• La presión arterial no mostró cambios significativos, lo que sugiere que la redistribución térmica está más relacionada con la circulación sanguínea local que con variaciones en la presión arterial sistémica.

Aplicaciones Prácticas

• Consideraciones para estudios con termografía
  • Este estudio refuerza la necesidad de estandarizar la postura en estudios de termografía, ya que la posición del cuerpo puede alterar la temperatura de la piel y generar interpretaciones erróneas si no se controla adecuadamente.
• Evaluación y monitorización con atletas
  • En medicina deportiva, la termografía se usa para monitorear fatiga y prevenir lesiones.
  • La postura del atleta debe estandarizarse antes de la evaluación para evitar variaciones térmicas que no reflejen el verdadero estado fisiológico.
• Aplicaciones en Medicina y Rehabilitación
  • En fisioterapia, la variabilidad térmica observada en diferentes posturas puede usarse para evaluar la circulación sanguínea y la activación del sistema nervioso autónomo.
  • Puede ser útil en la monitorización de pacientes con alteraciones vasculares o neurológicas.

Referencias

Pereira Franco, V. H., Vasquez-Bonilla, A. A., & Sillero-Quintana, M. (2024). Influence of body position on skin temperature, heart rate, and blood pressure in active men. Journal of Thermal Biology, 127, 104009. https://doi.org/10.1016/j.jtherbio.2024.104009